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| Re-Tribute | APP | Leonardo Rossi

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>> Versión_Anterior

Leonardo Rossi

"Hey, guys, it's me! The biggest disappointment you know.
[ ... ]
Welcome home, just breathe."


>> A v a r i a t o <<


Nombre - Leonardo ]
Apellido - Rossi ]
Edad - 25 años ]
[ Nickname - Avariato ]
Cumpleaños - 11 de Agosto ]
Sexo - Masculino ]
[ O.S - "no thanks" ]
Estatura ; Peso - 167 cms ; 58 kgs ]
Nacionalidad - Italiano / canadiense ]


>> Personalidad <<

Historia -
Rumors have started that you are in love again,
Rumors that are completely unsubstantiated.
Come on and say you're sorry
Real sorry for the trouble you caused...
Nació en Florencia, Italia, bajo todas las comodidades de la clase media.
Hijo de un matrimonio el cual había sufrido de numerosos abortos espontáneos en sus intentos de dar a luz un bebé...
Su nacimiento fue considerado casi un milagro para la familia.
Al ser el único hijo de unos padres inexpertos y protectores, en sus primeros años de vida no conoció el significado de las preocupaciones o responsabilidades. Creció como un niño extrovertido, entusiasta, pero sobre todo, desobediente. Su enorme cantidad de amistades y su increíble carisma eran contra arrestadas por su pésimas notas y su falta de respeto hacia los deberes, tanto en la casa como en su escuela.
Ambos padres eran trabajadores dedicados, quienes llegaban a altas horas de la noche a su hogar, por lo tanto, todos esta irresponsabilidad se dejaba pasar. 
La despreocupación de ambas partes causó consecuencias negativas para Leonardo, las cuales, se notarían a largo plazo.
Sus calificaciones no aumentaron en ningún momento de su vida escolar, logrando pasar de curso por los pelos. Lo que si aumentaba era su desinterés por estudiar y el menosprecio que sentía hacia la posibilidad de tener un futuro con una carrera profesional. Sus padres, aunque le amaban, seguían escogiendo su trabajo por sobre la educación del chico. Su relación, hasta el momento, era la típica padre - hijo, llena de amor.
En la celebración del sexto año de vida de Leo, se le anunció que su vida de hijo único se acababa.
Se trataba de una hermanita, Bianca.
Los familiares del pequeño esperaban que éste reciba a su hermana de una manera negativa, pero no fue así. Leo preguntaba diariamente cual sería el día en el que ella finamente llegaría (de la cigüeña), y se mostró completamente jovial el día de su nacimiento. Se sentía el hermanito más afortunado del mundo.
Estaba urgido, y deseaba desesperadamente poder jugar con Bianca algún día, "cuando ella esté más grande y fuerte", le respondían sus padres, puesto que en realidad, la salud de la pequeña dejaba mucho que desear.
Pero Leo entendió, y salía a jugar con sus amigos, ignorando una vez más sus obligaciones.
La madre de Leo tuvo que retirarse temporalmente de su trabajo para cuidar de la hija más pequeña, preocupados por el mal estado en el que había nacido. Leo agradecía cada momento en el que su madre se quedaba en casa para acompañarle, pero tras un tiempo, se percató que el tiempo en el que su madre reposaba en casa no estaba dedicado a él, sino a Bianca. Sintió celos hacia su hermana por primera vez.
No le fue difícil darse cuenta también que, a diferencia que el imaginaba, ahora estaba doblemente ignorado por ambos padres. ¿Acaso le estaban menospreciando? El favoritismo claramente estaba presente en el hogar, y no se encontraba a favor de Leo.
Sus notas descendieron notoriamente debido al estar constantemente angustiado por sentirse poco querido, pero los padres de Leo no le recriminaron por ésto. Ahora ésto era algo normal, y ahora los padres de Leo escogían la educación de Bianca por sobre la de Leo.
Dicen que de los errores se aprende, y efectivamente, la educación de Leonardo era considerada un error.
Mientras más crecía, más consciente se encontraba. Las calificaciones de Bianca eran excelentes, y en toda cena, reunión, o incluso en el día a día, éste era un tema predilecto para las conversaciones. Se elogiaba el rendimiento escolar de la pequeña, el mayor logró darse cuenta que aquellos elogios jamás habrían sido dirigidos a él. Bianca le había superado en matemáticas, deportes, literatura y todo lo demás. Parecía como si todo se tratara de una broma de mal gusto.
Si así eran las cosas, ¿por qué seguir intentado?
Desde ese momento, Leonardo parecía dar su menor esfuerzo con respecto a las notas. Sus malas calificaciones eran comentadas por todos los profesores. Finalmente, teniendo 14 años, Leo repitió de curso.
La casa estaba siendo inundada por los gritos de su padre, pero lo que más recordó de aquel día, fue la mirada arrogante de su hermanita, la cual parecía estar llena de desprecio.
Pero el joven, lo que menos sintió fue culpa. Estaba lleno de rabia, la cual dirigía a sus padres y su hermana, quienes nunca le habían apoyado, pero ahora le obligaban a que enmiende su falla, la cual, lamentalemente, ahora era permanente.
Continuó con la tradición de sacar pésimas calificaciones, tan sólo por la satisfacción de no hacerles el gusto. En su interior, buscaba herirles. Y lo estaba logrando.
Su nueva actitud rebosaba arrogancia, llevándole a quedarse solitario y a perder cada uno de sus amigos. Logró conseguir refugio en los videojuegos, mas no en su familia.
Años pasaron, y Leonardo escogió los videojuegos por sobre su familia y educación. Se rehusaba a asistir a cenas, reuniones o pasar tiempo con su familia en el día a día.
Los profesores citaban seguido a los apoderados de Leo, sus padres. Algunas veces era debido a su bajo rendimiento, otras veces la causa podía ser la ausencia de los deberes que supuestamente debía realizar en su hogar. Sus progenitores le comentaban y recriminaban, pero la respuesta del joven era siempre la misma; un rostro lleno de desprecio, seguida de ignorancia fingida para luego subir de vuelta a su cuarto.
La situación ya se les había ido de las manos, así que prefirieron seguir educando a Bianca e las mejores condiciones, puesto que sus calificaciones no podían ser mejores.
Al final del último año escolar, Leonardo no obtuvo las calificaciones necesarias, y así, reprobó por segunda vez. El escándalo que se había apoderado del hogar fue incluso peor que el anterior. Leonardo ya era un caso perdido, así que se tuvo que recurrir a la última opción, profesores particulares.
"Cada semana, un nuevo profesor", se quejaban sus padres, cansados de observar como cada tutor se retiraba voluntariamente tras haber pasado 7 días con el Leonardo de 19 años. Insoportable, agresivo y testarudo, así era como sus profesores le definían.
Llegó un tiempo en el que ningún profesor aceptaba la oferta de trabajar con Leo, y el adolescente problemático disfrutó de unas semanas en las cuales estaba libre, sin ningún tutor que se haga cargo de él.
Odiaba quedarse en casa, puesto que en las tardes se encontraba con su hermana y sus padres. Prefería levantarse pasado el mediodía, ir a almorzar a algún local de comida rápida cercano y pasar toda la tarde en las salas de arcade, gastando dinero que robaba de sus padres en monedas para las máquinas, para luego regresar a casa de noche y quedarse hasta la madrugada jugando videojuegos. Como si se tratara de un ludópata.
Cuando sus padres le ofrecían finalmente un nuevo profesor particular, Leo rechazaba rotundamente, y sus tendencias agresivas causaban que sus progenitores desistieran.
Mientras Leonardo arruinaba su futuro en videojuegos y comida rápida, Bianca continuaba con su educación ejemplar. Los padres de Leo, finalmente, decidieron concentrarse solamente en ella, para así enfocarse en lo positivo De su hija menor, y no en lo negativo de su hijo mayor.
El odio del chico hacia su hermana menor ya estaba presente desde hace un tiempo, pero tras el pasar de los años, el odio se volvió mutuo.
Jamás se veían el uno al otro, y eso era justamente lo que Leo quería, pero debido a ésto, jamás lograron mejorar su situación y relación. No se trataba del típico odio entre hermanos, sino desagrado y disgusto verdadero.
Los padres ya habían abandonado a Leo desde hace tiempo, pero finalmente buscaron concluir ésto y tomaron una decisión. En el cumpleaños número 20 del joven, dejaron las maletas del chico fuera de la casa y le obligaron a marcharse.
Querían alejarse lo más posible de él. Su presencia significaba gastos extra para la familia y un mal ejemplo para su hermana Bianca.
Leonardo aceptó, tomó sus maletas y se dio la vuelta sin siquiera despedirse, pero sus pasos acelerados fueron interrumpidos por la voz de su hermana, quien le llamaba por detrás. Al darse la vuelta, pudo observar como ésta le miraba fijamente mientras pronunciaba firmemente unas palabras.
<< Espero nunca ser como tú. >>
Aquellas palabras resonaron en su mente.
Leonardo se alojó en la casa de su tía paterna, una señora sumamente cariñosa. La mujer, aunque no edtaba casada, poseía pareja. Pero al ser infertil, su deseo de tener un hijo jamás se haría posible. Su pareja, un hombre que trabaja en el mismo hospital que ella, era un hombre al cual le encantaba bromear. Ambos aceptaron a Leonardo con alegría.
Eran una pareja de médicos, y su imposibilidad de tener hijos les permitían pasar gran parte del día trabajando en el hospital. Y ésto, a su vez, permitió a Leonardo a repetir sus mismas jornadas; dormir, comer, salir a los arcades, comer, regresar en la noche, comer, jugar videojuegos y dormir. Difícilmente cenaba con ellos. El hábito alimenticio del joven era terrible, lo que lo llevó a tener anemia por deficiencia de hierro tras unos años habitando con sus tía. Ésta se preocupó por su salud, así que ésta intentaba esconder capsulas de Hierro en los nuggets que comía día a día.
Además de las capsulas, Leonardo consumía bastantes pastillas por sus dolores de cabeza. Aunque durante el día el dolor no se notaba, por las noches el joven se quejaba. 
Gracias al oficio de sus tíos, lograba conseguir pastillas con facilidad, así que ésto no implicaba realmente un problema para Leo.
Con su monótona forma de vida, el joven logró percatarse de lo inservible que llegaba a ser en el mundo en general. Cada día a la hora de dormir, o cuando volvía a casa tras haber jugado todo el día videojuegos intentando conseguir algún puntaje alto, estos pensamientos invadían su mente.
¿Había hecho lo correcto? ¿Era su vida completamente insignificante? No lo sabía, pero tenía muy claro como había desperdiciado todos aquellos años de juventud.
Un día, su tía se resfrío. Su pareja se encontraba trabajando de jornada completa, y Leo se había terminado todos los medicamentos. Fue él quien tuvo que ir a la farmacia a comprar, para luego pasar por la tienda y traer numerosos útiles que su tía necesitaba.
Decidió no llevar su celular, puesto que odiaba sentirse inservible. Como basura. Mientras más reflexionaba, más llegaba a odiarse.
Al momento de hablar con el vendedor, notó como su forma de interactuar con los demás se había visto perjudicada. 
Y al momento de tomar las bolsas, cargadas con varios objetos, logró darse cuenta que, aunque poseía una fuerza superior a la media, su resistencia física era nula.
Definitivamente, no era capaz de hacer algo bien. Por esa razón sus padres habían preferido mudarse semanas después de que le habían echado, para no ver su cara de vago y para que Bianca no lo vea como un ejemplo a seguir, para así no
arruinarla, como había pasado con él.
Volvió a casa, tomó el medicamento y se lo pasó a su tía, le costaba hacer contacto visual con ella, puesto que se avergonzaba de estar en esa situación y temía causarle daño.
Agarró su celular y se acostó en su cama, aunque recién eran las 6 de la tarde, el deseo de querer dormir era más fuerte que cualquier otro.
Revisó el celular una última vez, y notó que había una aplicación desconocida.
>> ... <<
Meses han pasado desde que la aplicación bajo el nombre de ReTribute había sido abierta por primera vez. ¿Había aprendido de sus errores en este tiempo? ]
Personalidad -
Debido a sus experiencias con los demás mediadores con los cuales le ha tocado convivir y los entes contra los cuales ha debido combatir, pensó que sería buen momento para madurar. Lo intenta. Tal vez demasiado. Su torpeza a la hora de hablar puede seguir ahí, pero ahora no se siente cómodo con ésta e intentará corregirse a si mismo cada vez que llegue a decir algo que sea incómodo para él o para los demás.
Se siente disgustado por todas las lágrimas que derramó debido a la presión y temor en algunos eventos. La presión de equivocarse sin siquiera intentarlo. Busca corregir ésto, pero sabe que no dejará de ser igual de llorón, por lo tanto, suele llevar constantemente su capucha para que su rostro no se vea en caso de que llegue a llorar.
A veces tiene pensamientos negativos hacia si mismo, pero en poco rato se arrepiente de estos, e incluso, se avergüenza. Por lo tanto, intenta recompensarse con pensamientos positivos, puesto que sabe que un simple cumplido le hará feliz durante un día entero.
Cobarde, sigue titubeando de vez en cuando, dejando claro la desconfianza en sus palabras. Pero seguirá buscando lo mejor para los demás, y obviamente, para él mismo. Es amigable, intenta esforzarse cada vez más a la hora de iniciar una conversación con alguien, y mantenerla. Se hace bastante raro verle bromear o hablar con toda confianza con los demás cuando sus expresiones, tanto faciales como corporales delatan que se encuentra nervioso, pero aún así, es la intención la que cuenta. Probablemente pueda llegar a alzar la voz o perturbarse (?) si se siente muy presionado.
Paranoico, un poco. Quién no lo estaría cuando de un día para otro te ves con una espada en mano y viviendo con todo tipo de criaturas temibles. Con los escombros de una escuela a tu alrededor. En barcos flotantes, e incluso en la luna. Desconfía bastante de las reuniones que se efectúan mediante la aplicación de ReTribute, debido a las malas experiencias en el pasado con estas. Aún así, su curiosidad le obliga a ir, también debido a la necesidad que siente de tener que asegurarse que nada malo pase en aquel lugar de encuentro, y que nadie salga herido. No suele atrasarse a reuniones por voluntad propia, ya no. Prefiere respetar horarios para no perderse nada, y estar siempre alerta.
En resumen, intenta no ser tan awkward como antes, sin lograrlo demasiado. Pero lo intenta. Su empatía por los demás está intacta.
Desea ser igual de valiente que los demás mediadores.
Se preocupa más de las cosas, para ser genuinamente feliz y no temer tanto las cosas. No se podría decir que vive triste, tampoco. Convivir con sus entes le ha ayudado bastante. He's a dork with a good heart. (?) ]
[ Anemia
Debido a la mala alimentación de Leonardo durante estos años, obtuvo una afección llamada Anemia ferromagnética, debido a la baja concentración de hierro, y por lo tanto, hemoglobina, en su sangre. Ésto no logra a ser un problema que podría considerarse grave, puesto que actualmente su anemia está siendo controlada y tratada, pero al fin y al cabo, sus síntomas, tales como cansancio, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse y palidez, continúan presentes en su vida diaria.
Aún si sus pronósticos dicen que logrará recuperarse en poco tiempo, continuará suplementándose hierro vía oral, con las capsulas, siguiendo las ordenes de su médico. 


>> M e d i a d o r<<

Nivel - +20 ]
Objeto de captura - Frasco de píldoras ]
Maestría Inicial - Espadas ]


>> Extras <<

[ OST -
>> December - Regina Spektor 
>> Friction - Mili


Gustos ; Disgustos -
- Sus entes.
- Nuggets de pollo.
- Sus tíos.
- Sentirse seguro. (?)

- Las verduras. Aún más.
- Trabajar bajo presión.
- Lugares y espacios limitados.
- Ser atacado. (?)
- El alcohol.
- Su aspecto.
- Los mediadores veteranos. (ledanmiedo)

Extras -
>> Sigue siendo igual de pálido.
>> Su salud sigue siendo igual de pésima.
>> Logró recuperar fuerza al tener que cargar espadas pesadas, pero su resistencia física sigue siendo mediocre.
>> La llave que lleva en el cuello es la que le permite abrir la puerta de su casa.
>> Considera a Allegria su hija, y la trata como tal.
>> Laeticia le recuerda cuando tomar los medicamentos.
>> Quiere dejar de ser un parásito para sus tíos y conseguir trabajo, así que de vez en cuando obtiene trabajos de medio tiempo para ir ahorrando dinero.
>> No logra conciliar sueño por las noches, por lo tanto, se la pasa durmiendo siestas. Sus ojeras son prueba de ello.
>> someone save him
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